Así se denominan los embriones engendrados con la ayuda de los demonios y extraterrestres demoniacos. Las personas así nacidas tienden a ser materialistas, enfocadas en los placeres corporales y sin la capacidad de sentir amor desinteresado. Su guía es la entidad que les ha ayudado a ser concebidos. Ellos no tienen ninguna conciencia de su origen o estado, así que en teoría pueden llegar a ser buenos y encontrar el camino a la limpieza espiritual. Sin embargo, les cuesta, ya que sus intereses embarcan lo siniestro o satánico. En la tierra existen trabajadores especiales de la luz que se encargan de limpiarlos, a veces sin su conocimiento. Vamos a ver bajo qué circunstancias estos rojos pueden nacer.
Ana, 45, nos contactó porque se sentía más y más atacada por todo el cuerpo emocional desde hacía dos años. Su hijo la rechazaba a menudo y buscaba al padre. Nuestro guía le encontró dos entidades. En la primera sesión de canalizamiento fuimos a una vida que Ana tuvo en Escocia en 1512. Su marido y ella sólo tuvieron hijas y él quería un hijo. En su desesperación, Ana (Elisa entonces) se fue a un druida para conseguir ayuda. Éste le dio una pócima y llamó a un demonio y Elisa quedó embarazada. Tuvo a su hijo, pero él no se parecía para nada a sus hermanas. Todos en la familia eran pelirrojos o rubios y él era moreno. El padre, Roland, le cogió manía. Pero Elisa lo amó como nada y cuando creció se unieron contra Roland. Fueron al mago que les dio veneno. Se lo administraron y él murió mientras dormía. El hijo llegó a ser un gran guerrero, pero que también mataba fuera de la guerra, a cualquiera que no estuviera de acuerdo con él. Elisa envejeció y a la hora de morir, el cura le dio la última absolución. Ella se arrepentió de sus pecados. El hijo la oyó y se dijo para sí mismo “si crees que así vas a salvar tu alma, estás equivocada”. Ésta fue una maldición y al morir el alma de Elisa se hizo mil pedazos. Roland la volvió a encontrar en sus siguientes encarnaciones, incluso ésta. Hablé con él, explicándole que ahora Ana se había arrepentido, ella le pidió perdón y pudimos llevarlo a la luz. Pero el hijo de aquella vida, mediante la brujería del druida, era “rojo”. Es decir que el demonio usó la energía etérica del semen de otro hombre en un acto sexual con violencia u otro elemento negativo y lo usó para que Elisa quedara embarazada. Así su ADN fue alterado y el niño fue malo. El hijo de esta vida es el mismo de entonces y seguía rojo. A la hora de la sesión tenía dos años y medio. Además, el marido actual de Ana era el druida de Escocia. En la segunda sesión, fuimos a otra vida pasada del marido. Se llamaba Frederick y era brujo en Suecia, en el siglo XIII. Su mujer quedó embarazada con otro hombre, él se enteró y se preparó para hacer un hechizo para que ella abortara. Pero un ángel la avisó en su sueño y ella huyó por la noche y se fue a Noruega. El brujo se fue a casa del amante y lo mató. Inmediatamente después, le dio combustión automática al cuerpo y se quemó. El hijo, que era una reencarnación del yo superior del rojo de la vida pasada, era un niño carismático que tenía una misión celestial y por eso fue protegido. La segunda entidad era pues Frederick, que estaba empeñado en dedicar al niño al Diablo. Se puso a escribir con la mano de mi compañero hipnotizado el nombre del niño como si para mostrarme algo, pero lo que en realidad quiso hacer fue un hechizo para dedicarlo a Satán. Le quité el papel y le dije que yo tenía un hechizo mejor, que le daría aún más fuerza. Aceptó. Estábamos hablando en inglés. Yo le leí la renunciación a la oscuridad en castellano, que él no entendía. Repitió palabra tras palabra creyendo que eran palabras mágicas, el contracto que tenía con los demonios se cortó y se fue a la luz. Después nuestro guía limpió al niño, que tiene otra vez una misión alta. Ana y la relación con su marido e hijo se restablecieron también poco a poco. Terminamos devolviéndole los fragmentos de su alma que había perdido tras la maldición.
Kaisa, 35, era una amiga mía. Había intentado tener un hijo durante varios años con su marido, pero sin resultado. Yo entonces todavía no estaba haciendo este trabajo espiritual y no podía ayudarla. Al final lo consiguió y tuvo un hijo. Al volverse éste dos años, Kaisa me contó se ponía enferma constantemente y se le quebraban los dientes. El hijo tenía pesadillas y corría sin cesar por la casa, derribando cosas. Me puse sospechosa, pregunté a nuestro guía, y resultó que Kaisa había hecho un contrato con un demonio para tener un hijo. Lo hizo sin darse cuenta, simplemente dijo en su desesperación que daría cualquier cosa para tener un hijo. Esa “cualquier cosa” significa para las fuerzas malignas nuestra alma. Nuestro guía le limpió al hijo, que se volvió normal. Pero cuando mi amiga tenía que venir a que exorcizáramos la entidad, dijo que no tenía dinero. Al mismo tiempo, me contó las últimas compras que había hecho o que haría, algunas de ellas caras y nada urgentes. Me invitó a tomar un dulce y desde entonces ya no me contactó. El demonio le hizo un lavado de cerebro para que no acudiera a donde nosotros. Y yo no podía insistir, porque su limpieza espiritual tiene que proceder de su propia decisión e iniciativa, ya que se trata de su karma y misión. Por eso no se lo podemos hacer gratis y de decir algo yo, fácilmente me puede acusar de pedirle dinero. La vida es muy irónica a veces. Mi amiga está tan cerca de la salvación y a la vez tan lejos. Pero ya llegará la hora.
Jesús, 23, había visto varias escenas de sus vidas pasadas pero quería ponerlo todo en orden. También quería saber qué era el símbolo raro que tenía en el brazo. Se peleaba a menudo con demonios en el terreno astral. Pregunté al guía sobre él y la marca del brazo. Dijo que Jesús estaba en el nivel de alma 10 y que era candidato para ser uno de los 144 000 guerreros celestiales. Pero necesitaba purificación. Tampoco podía tener una regresión, pues eso era peligroso para él debido a su pasado kármico y a sus poderes. En el canalizamiento, vino un demonio llamado Githa. Era de una vida que Jesús había tenido en Inglaterra en 793 como Cenwig. Al ser todavía niño, conoció a un cura que lo bautizó y que se enamoró de él. El niño se puso orgulloso que todo un cura lo amara, se lo dijo a la gente y el cura fue ejecutado por supuesta brujería. Irónicamente, la verdadera brujería estaba con otra persona. El chico se enamoró de Githa, que era una chica guapísima, pero también peligrosa. Githa era bruja. El joven no lo sabía y se enamoró locamente de ella. Sin que se diera cuenta, ella le hizo un amarre para siempre. La única manera de quebrarse la brujería sería si él aceptara que el cura lo limpiara en un ritual especial, en una próxima reencarnación. Al morir, Githa se hizo un demonio y el alma de Cenwig su prisionero. Githa ya era un demonio superior, y no hubo manera de persuadirla a que se arrepintiera. Además, Jesús tenía un contrato con ella que no se podía romper sin el ritual. Githa se marchó riéndose. El encuentro de Cenwig y Githa en Inglaterra fue el último después de muchos otros. Se habían encontrado por primera vez cuando los dioses antiguos estaban todavía en la tierra, es decir entre 40 000 y 33 000 a.de.C. Cenwig tenía una espada divina y estaba destinado a protegerla y llevar a cabo una misión importante. Se enamoró de Githa, que le robó la espada y mediante brujería le robó el alma. Desde entonces, en todas las vidas de Cenwig, pasaba lo mismo, hasta que su yo superior ya no tenía más energía que mandar a ser encarnado. Todas sus almas se habían vuelto pues rojas, ya que colaboraban con un demonio o estaban esclavizadas por uno, y tampoco podía haber un alma futura que acudiera a salvar a las anteriores. Sin embargo, aquel cura era en realidad uno de los dioses vikingos, que en la primera vida, la de la espada, era el padre de Cenwig. Ese dios vikingo, había mandado parte de su alma aquí, al 2011, a un ser humano, para hacer el ritual con su hijo mediante nosotros y salvarlo. Desafortunadamante, todo esto le pareció a Jesús demasiado raro y sospechoso, y con la influencia de su “mentor”, un espíritu con el que hablaba y que en realidad era un demonio, no nos creyó y no volvió. Desilusionado, el padre se fue a otra vida de Cenwig.
Cuando tenía 10 años, me enamoré de un actor que actuaba en una serie televisiva. Por desgracia, mis padres me llevaron a otro país. Ya no podía verlo, y me puse muy infeliz, llorando y sufriendo durante muchos años. Ese actor murió a una edad relativamente joven, y recientemente pregunté a mi guía si estaba en la luz. La respuesta fue negativa. Dijo también que podía ayudarlo, puesto que habíamos tenido una vida común. Lo que pasó en la sesión estaba muy lejos de lo que me imaginaba. Llegó un demonio llamado Arneau, que había vivido en Niza (Francia) en 733. Su mujer era estéril, pero con la ayuda de un demonio, tuvo dos hijos. Arneau recibió del demonio la orden de tener sexo oral con ellos. Obedeció, y guardó el semen de sus hijos en dos frascos. Serviría como materia prima para fabricar a más niños rojos. Sin embargo, el padre fue detenido y llevado al exilio a Svalbard (el norte de Noruega) y un exorcista pudo hacer estallar uno de los frascos. Al morir Arneau procedió a tener a más hijos rojos. Encontró a una mujer que vivía en la misma ciudad pero en 1438, que pidió su ayuda para tener un hijo. Se lo concedió, usando el semen etérico del frasco, y así tuvo mi actor su primera encarnación. Yo estaba en aquella vida también allí, era hombre y éramos compañeros de remo. Las almas nuevas se pueden alterar mucho más fácilmente que las viejas, y el alma de aquel niño era nueva. Cuando murió, se convirtió en demonio hijo de Arneau. Siguieron atacando a los humanos hasta el siglo XX, cuando el demonio hijo pudo encarnarse otra vez. Se hizo actor, pero también participaba en películas pornográficas. Ahora entiendo que fue orden de Arneau, para que pudiera robar semen. Le dije a Arneau que si aceptara ir a la luz con su hijo podrían tener todas las encarnaciones que quisieran, y no solamente una él y dos su hijo, después de tantos siglos. Aceptó, rompió su contrato con los demonios, y se fue a la luz con el alma del actor. En cuanto a mis sentimientos hacia él, los demonios que tenía yo por aquel entonces usaron mi vida de Niza para hacerme quererlo y perderlo, y sufrir.
Nuestro caso más reciente de un rojo fue de Juan, 32, que tenía el cuerpo cubierto de tatuajes de monstruos, calaveras y símbolos oscuros. Fue su novia la que nos contactó, pues sentía el demonio guía de Juan. Ese demonio puso a un ayudante suyo en el aura de la chica, y necesitaba ella también una limpieza. Esa entidad le daba pesadillas o no la dejaba dormir. Lo primero que nuestro guía hizo fue bloquear el semen de Juan para que no naciera un niño rojo en el caso de que la chica quedara embarazada. Juan no creía ni en Dios ni en la existencia de algún demonio con él. Sin embargo, tenía una suerte inexplicable en los juegos del azar, y su novia lo había prevenido sobre los peligros que existen en un acuerdo con demonios. Trató de persuadirlo a que tuviera una sesión con nosotros, pero él se volvió muy agresivo. Ella se asustó y se separaron.
Para recapitular, los demonios utilizan semen robado para cambiar el ADN de un embrión y hacerlo malo. Tienen 70% de posibilidades de conseguirlo si el alma es nueva. Otra categoría de rojos son las almas que se quedan en la oscuridad después de la muerte y colaboran algún demonio o ET oscuro. Si hacen un buen trabajo logran el derecho de encarnarse con la ayuda de esos demonios o extraterrestres malignos, que actúan como su guía. Su influencia es tan fuerte que es imposible para esas personas escapar. Son, consciente o inconscientemente, agentes de actos malos. La cantidad de rojos en nuestros días es más alta que nunca. Las ciudades más conocidas del mundo, con pocas excepciones, tienen desde un 20% hasta un 80% de rojos, y en algunos casos aún más. No es, pues, asombroso, que haya tanto materialismo e indiferencia hoy en día.
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