googlefc.controlledMessagingFunction Guerra espiritual: Los embusteros de la luz

viernes, 26 de junio de 2020

Los embusteros de la luz



Existen muchos terapeutas, videntes, médiums y otros trabajadores alternativos (y no alternativos) que han caído víctimas de entidades oscuras, creyendo que son ángeles, espíritus  de seres queridos y fallecidos o de guías, o que han hecho un acuerdo inconsciente con entidades oscuras.  A menudo, se trata de demonios o extraterrestres malignos que son buenos actores y pueden producir una luz brillante. Muchas personas con problemas acuden a esos profesionales que en vez de ayudarlos les hacen daño, o les ayudan a cambio de establecer un contrato con esas entidades malignas, que actúan sin que esos profesionales se den cuenta. Tengo varios ejemplos de personas con tales experiencias.

Ana, 42, sentía ansiedad y depresión y se fue a una sanadora espiritual. Ella empezó a controlar su vida, pidiéndole más y más dinero, enganchándola más y más, hasta el punto de que Ana se mudara a su casa y se convirtiera en su criada. Así pasó más de un año, y habiéndose gastado un dineral, Ana encontró la fuerza de desgancharse e irse. Pero la atadura a la bruja –porque de bruja se trataba- no desapareció. Al contrario, se hizo más fuerte y Ana se sentía fatal, bajo constante ataque psíquico. Con la ayuda de nuestro guía espiritual, atendimos al problema kármico, le devolvimos sus fragmentos perdidos de alma y cortamos la conexión con la bruja. Ana se puso gradualmente mejor hasta que los síntomas desaparecieron totalmente, a lo largo de un año. La bruja, que se había mudado a otra ciudad, volvió a la ciudad de Ana y se la cruzó en la calle. Se había dado cuenta del corte y se fue a buscarla. Pero para que la bruja tuviera fuerza sobre ella, Ana misma tendría que buscarla y, obviamente, no lo hizo.

Janniche, 40, sufría también de ataques psíquicos y se fue a una pareja de chamanes. Pronto se dio cuenta de que la gente se tornaba en contra de ella y todo le iba de mal en peor. Estaba segura de que la pareja era maligna y responsable de magia negra contra ella. Nosotros llevamos a la luz a su entidad kármica y nos quedaba por devolverle sus fragmentos perdidos cuando Janniche interrumpió la terapia. No sentía todavía mejoría, tuvo un accidente en el que se rompió el codo y dejó de creer en nosotros. Habían pasado menos de dos meses y todavía no habían sido bloqueados los chamanes. Con el último dinero que le quedaba Janniche prefirió acudir a un curso de Reconnective Healing que daban en su ciudad. Había preguntado a nuestro guía si la profesora y el creador de esa terapia estaban en la luz, pero el guía no contestó ni sí ni no. A veces los guías no contestan porque la persona debe decidir sola, siguiendo su intuición. Ahora sé que ese curso está conectado a energías oscuras, pero sólo si se pone a la práctica se hace un acuerdo con ellas.

Stavros, 46, iba durante muchos años junto con su mujer a la escuela de una gurú. La gurú lo trataba muy bien, pero humillaba a su mujer, supuestamente por su bien. Stavros pagaba altas sumas de dinero para mantener y expandir la escuela. Su meta era el crecimiento espiritual. Cuando nos encontró a nosotros, fue porque estaba desilusionado con los resultados junto a la gurú. Tenía una entidad kármica que llevamos a la luz, fragmentos perdidos del alma que recuperó y una sombra sobre la que estamos trabajando todavía. Ya han pasado dos años desde que la terapia empezó y los resultados que siente han sido espectaculares. Hay que decir que hasta medio año de haber trabajado en su sombra no había sentido ninguna diferencia. Pero su paciencia fue remunerada. Se ha hecho extrovertido, se atreve a hacer lo que le gusta, es activo y alegre, en fin, todo lo contrario de lo que era. En una de sus vidas pasadas estuvo con la gurú a la que había matado. En esta vida ella le ha llevado su fortuna.

Guzmán, 40, sentía también ataques psíquicos y se fue a un santero. Las cosas empeoraron y pidió nuestra ayuda. Tenía un fragmento de alma de una muchacha que había estado enamorada de él en su adolescencia que quitamos y devolvimos a la chica. También tenía fragmentos perdidos y una sombra. La visita al santero había hecho la sombra más fuerte, tal vez por algún ritual mal hecho o alguna entidad suya. Sin embargo, Guzmán tampoco tuvo paciencia y a los tres meses interrumpió la terapia, sin haber siquiera pagado todo el dinero por la liberación espiritual y además, llamándonos estafadores. Tres meses eran muy poco para que sintiera alguna diferencia con los problemas que tenía. 

Brian, 27, tenía una baja autoestima y un tercer ojo subdesarrollado y se fue a una terapeuta de acupuntura que usaba un nuevo método. Ese ¨nuevo método¨ fue lo que lo atrajo. Después de la sesión, la terapeuta le dio un cubo de agua y le pidió que arrojara el agua por la ventana diciendo las palabras ¨como el agua de este cubo, le digo adiós a mi alma¨. Ella lo aseguró que era para ayudarlo. Muy ingenuamente, Brian lo hizo. A continuación, se puso a sentir cada vez peor, el corazón se le volvió frío y al final todo el cuerpo, sin poder moverse. La terapeuta estaba bajo el control total de demonios y ni siquiera se daba cuenta de lo que hacía o decía. Creía verdaderamente que lo había ayudado. Pero el ritual con el cubo fue un ritual de magia negra en el que Brian ofreció su alma a los demonios. En la sesión con nosotros, nuestro guía recuperó esos fragmentos y se los devolvió, cortando el vínculo con la bruja y metiéndole calor y luz, para que su cuerpo se pudiera mover otra vez.

Mo, 66, tenía un sinfín de síntomas físicos y psíquicos. Había participado durante muchos años en un grupo que canalizaba supuestamente a San Miguel. Resultó que los líderes de ese grupo no habían contactado a San Miguel sino a extraterrestres malignos. En las sesiones  alejamos a su entidad kármica y a los ETs y, a lo largo de un año, le quitamos los implantes que le habían puesto. Los ataques de los ETs del planeta en cuestión fueron muchos durante ese año, pero Mo fue fuerte y se libró para siempre de ellos, no sin un daño parcial de su oído. Después de dos meses, recibió reiki de su sobrino que era terapeuta, y las pesadillas y los ataques volvieron. Resulta que el sobrino era también una víctima de los ETs sin saberlo. Le aconsejamos que no recibiera más tratamientos de él y los ataques no se repitieron.

Rob, 65, se dedicó a la meditación transcendental, bajo la guía de un gurú, para adquirir crecimiento espiritual. Fue a ser controlado por el ayudante del  gurú, ya que en la meditación se sentía mal, pero él  le dijo que no pasaba nada, que siguiera meditando. Rob dijo que eso excedería sus límites y el ayudante afirmó que eso mismo tenía que hacer, exceder sus límites.  Volvió a sentirse mal y después de un período abandonó la práctica. Cuando nos contactó, tuvimos una sesión en la que nos ocupamos de su vida pasada en la que todo empezó. La entidad kármica no se fue a la luz, pero nuestro guía trabajó sólo con ella durante los mese siguientes. Luego le devolvimos sus fragmentos perdidos y trabajamos sobre su sombra. Ya ha pasado un año y se siente mejor, pero falta todavía bastante. La presencia de las entidades y la pérdida de alma hicieron la meditación muy peligrosa para Rob, que perdió muchos más fragmentos. 

Sophie, 33, tenía también síntomas físicos y psíquicos. Tenía varias entidades kármicas, fragmentos perdidos e implantes de extraterrestres. Lo arreglamos todo y llegamos a los implantes. Esos se los habían puesto los ETs de su instructora en la clínica de psiquiatría en la que había trabajado años antes.  Aunque Sophie había sido excepcionalmente paciente, interrumpió la extracción de los implantes y desapareció, no sin pedirnos antes que bloqueáramos a una lista de mil personas que conocía en su país y el país vecino, pues se sentía atacada por ellas. 

Turid, 35, acudió a un terapeuta que hacía transformaciones de aura para remediar sus ataques psíquicos. La víspera de la cita tuvo un sueño en que le estaban operando el corazón y sacando un trozo triangular. Despertó en pánico, pero no anuló la cita. Durante la terapia sintió una energía fría que le subía por las piernas y luego por todo el cuerpo, adueñándose de ella. Sintió espanto, pero se quedó allí, fiándose de las palabras de la terapeuta y volvió la semana siguiente para la sesión final. Se  apuntó también al mantenimiento mensual. Le dieron una nueva aura, de color índigo. Todo en su vida cambió de una manera milagrosa. Su marido se puso como recién enamorado, ella sintió por fin serenidad, los obstáculos desaparecieron, todo estaba color de rosa. Sin embargo, empezaron pronto los dolores físicos. Fue entonces cuando me consultó. Cuando le dije que esa terapeuta colaboraba con ETs y que esa sensación fría eran ellos le dio mucho miedo. No se atrevió a anular los compromisos y le dije que podía terminar ese tratamiento y luego dirigirse a nosotros para deshacerlo. Los dolores se debían a los implantes que los ETs le habían metido. Turid tenía demonios que los ETs alejaron, y a gracias a eso cesaron sus obstáculos. Pero los ETs tomaron el sitio de los demonios, y eran más peligrosos. Los cambios milagrosos son una ilusión, la trampa que meten para que sus víctimas crean que la terapia ha sido un éxito. Turid terminó por asustarse tanto de lo que dentro de sí sabía que cortó el contacto abruptamente y no volvió a escribirme. 

Dímitra, 53, estudió reiki, hasta el nivel 2. Durante los ejercicios que habían estado haciendo en clase sintió una energía negativa. Se lo dijo a la profesora, pero ella le dijo que no era nada peligroso. Aunque llevamos a la luz sus entidades kármicas, los problemas y contratiempos no cesaron. Nuestro guía dijo que quedaban dos entidades de esta vida. Resulta que se apegaron a ella durante la clase de reiki. La primera la conocía de una vida pasada, era su hermanito que se ahogó al ser violado por su hermano mayor y la encontró durante el reiki. La segunda queda por ver quién es, ya que Dímitra no ha podido venir otra vez. 

Anneke, 34, sentía que tenía una entidad que le inmovilizaba la vida y se fue a un exorcista. Él vestñia como  Júpiter y le sacó una entidad de la rodilla, o así pareció. Sin embargo, nada cambió en su vida. Se fue una segunda vez a donde él, y él intentó hipnotizarla y echarla a la cama. Ella se dio cuenta, le dijo que lo que él hacía con las muchachitas no podría hacerlo con ella y se fue. Muchos años después nos contactó. Resulta que tenía una entidad kármica y que el exorcista no le había sacado nada de la rodilla. Poco a poco puso su vida en orden y sus poderes psíquicos fueron aumentando.

Otro caso parecido fue Olga, 47. Se fue a un terapeuta que hacía limpiezas. Él tenía un aparato que fotografiaba el aura y se veían en ella unas manchas oscuras. Él dijo que era una entidad y la sacó con la energía de sus manos. Olga sí que notó una mejoría, pero seguía no pudiendo visualizar. Mi guía le encontró una entidad kármica y otra que atacaba. Llevamos a las entidades a la luz y a los tres días pudo visualizar. Para ver su reacción, Olga dijo al terapeuta que un amigo le había encontrado con su péndulo más entidades. Él  le dijo que eso era imposible, pues él la había chequeado y la aseguró de que ese amigo quería hacerla dudar de sí misma.  

Alejandro, 53, se fue a una escuela de meditación y perfeccionamiento espiritual en la que estudió muchos años. Allí nunca les enseñaron que había que poner protección con luz o ángeles. El profesor /director era además muy arrogante y sabelotodo. Alejandro decidió irse y entonces empezaron los problemas. El profesor le dijo que era su mejor alumno y no quería verlo marcharse. Alejandro dijo que las clases ya no le daban nada y se fue. Entonces empezaron los ataques psíquicos. Esos empeoraron después de la muerte del profesor. No podía dormir, tenía pesadillas, perdía la memoria, tenía ataques de nervios, etc. En la hipnosis conmigo vio que el alma del profesor lo estaba poseyendo y fue incapaz de hablar independientemente de él. La voluntad del profesor se imponía y no pude persuadirlo a que lo dejara en paz. Alejandro tuvo después de un par de semanas un canalizamiento con mi colaborador y nuestro guía y nos enteramos de que el profesor era el alma gemela de Alejandro que había elegido el bando oscuro. En una vida pasada lo había incluso dedicado al diablo. Al pedirnos ayuda Alejandro, su guía espiritual se enfrentó después de la sesión con el alma del profesor, lo llevó a la luz y se fue a recuperar en el hospital espiritual. El verdadero trabajo que había hecho en esa escuela había sido transmitir negatividad a los alumnos y a través de ella meterles entidades. Todo eso ocurría inconscientemente. A nivel consciente creía que los ayudaba a crecer espiritualmente.

Sharon, 35, experimentó problemas con su marido y se fue a una practicante espiritual y ella le dijo que su suegra le estaba haciendo brujería para separarla de él. Ella le pidió que la parara. Al principio hubo mejoría, pero después esa mujer le fue pidiendo más y más dinero, y Sharon se negó. Entonces empezaron los ataques psíquicos, las pesadillas, las noches blancas, las apariciones, los espasmos. Acudió a un santero pidiéndole que neutralizara el trabajo de la bruja. En lugar de ello, él le hizo un amarre a ella y a su marido para que él no pudiera tener sexo con otra mujer. Al enterarse, Sharon le ordenó que lo deshiciera, pues nunca le había pedido un amarre, pero los ataques sólo empeoraron y la relación con el marido iba de mal en peor. Encontró a un chamán que la ayudó bastante y pidió la ayuda de una amiga que hacía limpiezas. Aunque notó una mejoría, los ataques no cesaron. Tomamos nosotros el relevo y resulta que Sharon, su marido y la suegra tenían ataques de dos entidades kármicas de una vida pasada en la que Sharon les había hecho magia negra para separarlo de su novia y destruirlos, acabando con la muerte de él y el suicidio de la novia. Mis guías espirituales empezaron la batalla contra esas entidades, que resultaron estar encarnadas, o sea que eran rojos, demonios encarnados. Las batallas siguieron hasta que Sharon subió de nivel espiritual (gracias a la resistencia a esos ataques y su fé) y pudo juntar la energía necesaria para contrarrestar esos ataques con ejercicios mentales. Mientras tanto, fue a un parapsicólogo para preguntarle unas cosas y él la hipnotizó en contra de su voluntad y le sacó los dos entes que se habían apoderado de su cuerpo. Después de eso los ataques empeoraron, y resulta que él tenía un acuerdo con los nefilim bajomej (vampiros), seguramente inconsciente. Esos bajomej la atacaron y le robaron 7 fragmentos de su alma que tuvimos que recuperar.

Elin, 23, contactó a unas personas de la Federación galáctica de la luz por curiosidad. Le dijeron que podían ayudarla a desarrollar sus poderes psíquicos. Ella aceptó y muy rápidamente se volvió clarividente. Sin embargo, al meditar veía siempre seres no humanos. Sintió que ese desarrollo había sido demasiado rápido y no natural y dejó de meditar. Entonces esos seres se metieron en sus sueños, diciéndole que tenía que meditar. Empezó a tener pesadillas. Sin quererlo, le dio la espalda a Dios. Fue entonces cuando me contactó. Yo le dije mi opinión sobre todo eso y me dijo que no quería desarrollarse bajo esas circunstancias. Los seres no humanos eran extraterrestres que se esconden por detrás de esa federación y tienen sus propios objetivos. Al aceptar su ayuda se estableció un acuerdo con ellos y le robaron fragmentos de su alma y le metieron implantes. También consultó a un médium que tenía guías en Shambala y cuyos nefilim le robaron 7 fragmentos de su alma. Ese médium le dijo que habían fabricado cientos de clones suyos y la ayudó gratuitamente a recuperarlos. Pero no había nada de clones, esa mujer era una víctima de falsos guías. Elin fue también a la iglesia evangelista de Estocolmo antes de buscar mi ayuda. Le hicieron un supuesto exorcismo, pero Elin se sintió peor después. Los evangelistas estaban también bajo el control de los extraterrestres y en vez de liberarla le metieron más implantes, le robaron fragmentos de su alma y le adhirieron a un ET más.

Donny, 35, fue a una terapeuta conectada con la Gran Hermandad Blanca y los Maestros ascendidos que le abrió los chakras. Después de eso y a raíz de un intento de viaje astral empezó a sentirse peor. Me contactó y mi guía le encontró una entidad extraterrestre mandada por esa hermandad oscura que le estaba robando fragmentos de su alma.

Panayotis, 63, y Demetrio, 32, fueron a consultar a espiritistas, el primero local y el otro africano. Les detectaron brujería y les trataron. En vez de mejorar empeoraron y cuando me consultaron a mí resultó que los espiritistas colaboraban con demonios que les habían robado fragmentos de su alma.
Muchos años antes de hacerme hipnoterapeuta  fui a una larga serie de espiritistas-médiums para ayudar a mi novio que era víctima de magia negra.  Contraté  a 5 de ellos, y ahora sé que todos  colaboraban con la oscuridad. El primero, un africano que se autodenominaba astrólogo, pasó medio año rezando a cambio de más de mil euros. Como no hubo cambio alguno, me propuso hacer un sacrificio de animal. Yo me horroricé y me fui. El segundo se autodenominaba parapsicólogo. Trabajó sobre mi magnetismo durante un mes a cambio de mil euros, y como no noté ningún cambio sugirió hacer un ritual en el que el semen de un mago se uniera al de mi novio mediante una unión sexual. Esta vez me horroricé aun más y me fui corriendo. La tercera era vidente y después de una semana me dijo que no podía ayudarme y me devolvió el dinero, salvo el de los materiales que había comprado. Fue la más honesta de todos. El cuarto era un médium-hipnotista y se llevó unos 6 mil euros para meditaciones y materiales que no sirvieron para nada. En los seis meses de nuestro trato tuvo 2 graves accidentes de tráfico. Me reveló que en su pasado había hecho un trato con el diablo para ganar la lotería. Se hizo millonario, pero se le murió la madre, entre otras desgracias. Me juró que no hizo nunca algo así par sus clientes. Lo peor para mí fue que me prohibió que tuviera más contacto con mi novio. Como tampoco me daba noticias sobre la situación, lo abandoné. La quinta vidente colaboraba con la iglesia y pareció tener resultados al principio, pero pronto se estancó todo y siguió pidiéndome enormes sumas de dinero, encontrando incluso otros problemas no relacionados a mi novio. Esa se llevó unos 6 mil dólares. La sexta vidente parecía luminosa, ya que tenía la oficina llena de estatuas de la virgen y de santos, pero cuando pedí garantías por la enorme suma que le dejaría, se volvió hostil hacia mí y dijo que no podía ayudarme. La séptima y última fue la más amable de todas, pero a la vez la más lista –y también la más poseída. Fue la que me sacó la mayor suma de dinero, 27 000 dólares y sin hacer nada. Me di cuenta de que estaba tan poseída que ni se acordaba de cosas que acababa de decir, ni veía las cartas que le mandaba, ni recibía mis correos electrónicos. Ahora ésa y la quinta nos mandan subconscientemente a mí y a mi colaborador miles de extraterrestres malignos para destruirnos y estamos en una guerra continua. La verdadera mejoría de mi novio ha sido cuando nosotros hemos empezado a ayudarlo, y sigue teniéndola.  Felizmente, nada de lo que esos profesionales hicieron afectó negativamente a mí o a mi novio. Teníamos protección porque pedí que lo liberaran y no que hicieran algo para que volviera a mí. A pesar de todo, tengo que reconocer que de no haber sido por todos esos falsos trabajadores de la luz, yo no habría encontrado la verdad sobre las fuerzas del mal y sus engaños y no podría ayudar a la gente ahora. Además, tras un ataque reciente debido a mi karma negativo, los extraterrestres decidieron vengarse de mí (por no reanudar el contrato con ellos hecho en otra vida)  sobre mi novio y esclavizar su alma durante 300 años. El consejo responsable de resolver los asuntos entre la Luz y la Oscuridad decidió que mis tantos sacrificios por él –el dinero invertido más los daños causados- habían comprado la libertad de su alma en un tercio. Los especialistas del consejo valoraron la libertad de un alma a los 300 000 euros, y como yo había pagado un tercio tenía el derecho a negociar. Además, para recompensarme decidieron que para cada cliente siguiente que yo ayudaría se añadirían 1000 euros en la cuenta de mi novio, así que dentro de unos años estará fuera de peligro. Increíble, ¿verdad?

Afrodita, 54, cayó víctima de la brujería de su suegra y acudió a dos videntes que la ayudaron, aunque superficialmente, ya que lo único que pudieron hacer fue limpiar la casa y el entorno de Afrodita de la energía negativa con varias técnicas. Entre esas dos Afrodita se gastó medio millón de dólares, así que hay casos mucho peores que el mío… Los problemas que tenía provenían de una vida pasada con la suegra y los arreglamos en dos sesiones de hipnosis.

Miguel, 32, se fue adonde varios practicantes espirituales. También llevó a su mujer y a una amiga allí. Se fueron a un terapeuta que colaboraba con entidades alienígenas, a otro junto al que fumaron ayahuasca, yopo y bufo alvarius, también conocido como “el sapito”, su mujer  hizo un curso de activación de la glándula pineal, la pareja dio el curso de Reconnective Healing y finalmente, pidió los servicios de un padre católico. Todo fue nefasto, ya que con el primero les robaron fragmentos del alma y le metieron implantes, el fumar esas plantas con ese maestro les metió en contacto con entidades oscuras y perdieron fragmentos del alma, lo de la glándula pineal fue un acuerdo con un nefilim, el curso y práctica de Reconnective Healing les metió a un extraterrestre e implantes y les causó más pérdida de alma y los objetos que les vendió el cura servían para hacer un amarre y hacer un acuerdo con un nefilim, ya que se usaban textos de alta magia, que suponen un acuerdo con un nefilim. Así que con esos tres hubo que hacer mucho trabajo.

Un último ejemplo digno de mencionar es un hipnoterapeuta que se puso en contacto conmigo. Me escribió para mostrarme su trabajo (tal vez con el fin de colaborar). Un día se le apareció un poder singular que desde entonces sigue teniendo. Al tocar a alguien se le aparecen a esta persona cicatrices y marcas que parecen provenir de tortura y latigazos. Entonces los colegas médiums de este terapeuta  ven la vida pasada de la persona y confirman que esas marcas vienen de la tortura que ha sufrido en aquella vida. Esa vida suele haber tenido lugar en la Edad Media y la tortura haber sido infligida por la Inquisición. El paciente siente dolor durante unos minutos, pero el terapeuta llama a sus guías que lo sanan. Y las marcas desaparecen. Yo nada más oír ese relato me di cuenta de qué se trataba, y mi guía me lo confirmó. Este terapeuta ha hecho un acuerdo subconsciente con extraterrestres oscuros, que producen esas marcas  a sus clientes, y luego se las quitan. Lo que en realidad hacen es meterles implantes etéricos y robarles fragmentos de su alma. Como los clientes aceptan el tratamiento de ese terapeuta hacen en su turno un acuerdo con esas entidades. El tipo recorre todo el país dando conferencias y así destroza a miles de personas. Por desgracia me temo que ese país pronto tendrá muchos más rojos que ahora, puesto que esas personas se convertirán en esclavos de los ETs después de su muerte y se reencarnarán como rojos. Los extraterrestres eligieron probablemente ese lugar porque no tiene todavía  gran cantidad de rojos. El terapeuta insistió en que le dijera mi opinión, y yo se la dije. Añadí que no me haría cargo de su caso para que no pensara que decía eso con el propósito de sacarle dinero. Trabaja con un equipo de médiums, y todos ven independientemente las mismas cosas. Éste fue el principal argumento de que sus percepciones eran correctas. Pero esto sólo significa que las imágenes provienen de la misma fuente, en este caso los alienígenas. Si la fuente fueran guías de la luz, tendrían personalidades y puntos de vista diferentes y no dirían exactamente lo mismo, sino matices y detalles distintos. Los alienígenas no lo dejaron creerme y no volví a oír de él. 

Naturalmente, tengo otros tantos ejemplos de gente que se fue a un terapeuta alternativo o médium y tuvo una buena experiencia. Pero hay que aprender a discernir quién es quién. Hay que preguntar cómo trabajan, prestar atención a su energía, su expresión, sus palabras y tener muchos conocimientos sobre la espiritualidad y la metafísica. Aun así, la mayor parte de esas personas son o parecen muy amables y es difícil captar señales sospechosas. En tal caso hay que prestar atención a lo que se siente después de la terapia o sesión, durante los meses siguientes y no dejar de buscar ayuda. Tarde o temprano, se la encuentra. Los obstáculos existen para superarlos y hacernos más fuertes.

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