Las fuerzas de la oscuridad y el Consejo de la Luz
Los miles de sesiones de hipnosis y canalizamientos
realizados hasta ahora, pero también las investigaciones de históricos,
físicos, antropólogos, arqueólogos y otros profesionales, así como un sinfín de
testimonios personales de astronautas y ex-miembros de sociedades ocultas han
mostrado que existe una batalla entre la Luz y la oscuridad.
Desafortunadamente, los que supuestamente apoyan a la
Luz suelen caer en trampas y su trabajo también se vuelve oscuro, si bien de otra
manera.
Las regresiones a la Atlántida muestran un contraste entre dos grupos: Aquellos
que estaban únicamente interesados en satisfacer sus sentidos y tener bienes
materiales, los así llamados “hijos de Belial”, y los “hijos de la ley del
Uno”, que eran seres espirituales y trataban de salvar al mundo de la
aniquilación a través de la meditación y la enseñanza. Sin embargo, sus
técnicas fueron controladas por entidades oscuras, así que con la destrucción
material de su continente llevaron a la Atlántida y a sí mismos a una dimensión
oscura.
Belial es uno de los reyes de los Nefilim, los
gigantes y seres medio-humanos medio-animales que se presentaron como dioses
ante las civilizaciones antiguas. Belial tiene cuerpo humano y cabeza de lobo y
pertenece a la raza de los Malchej, los hombres-lobo. Los Nefilim nacieron de
la unión de 201 Elohim (un tipo de ángeles que pueden materializarse) caídos
que se unieron con las mujeres de la tierra. Parte de ellos siguió a Cronos,
eligiendo el poder y el egoísmo y se llamaron Nefilim y otra a Zeus, llamándose
los dioses El (conocidos hoy en día como los olímpicos). Zeus, aunque era
egoísta y anhelaba el poder, fue bastante benigno hacia los humanos al
principio, pero después se volvió hostil. Sin embargo hubo otros El que
ayudaron a los humanos. Los Nefilim fueron adorados por los humanos
aprovechándose de su miedo e ignorancia y los usaron como esclavos y hasta
alimentación. Impusieron sacrificios crueles para satisfacer sus instintos
violentos y su anhelo de carne y sangre humanas. Los El lucharon contra los
Nefilim y los derrotaron en una batalla gigantesca que tuvo lugar en 33.000 a.
de C. Los mandaron al otro lado de la tierra donde viven todavía. Los El
partieron para el planeta Sirio, pero algunos de ellos volvieron brevemente
para capturar nuevamente a los Nefilim que habían vuelto alrededor del tercer
milenio a. de C. y hacían de las suyas, especialmente en América y Asia. En
1200 a. de C. lograron regresar otra vez y tomaron a toda Asia bajo su dominio,
colaborando con los reyes locales. No fue hasta 327 a. de C. que Alejandro el
Magno luchó contra ellos y los mandó por última vez al otro lado de la tierra.
Aquella expedición fue la verdadera misión de él y de su ejército.
La terapia de vidas pasadas ha demostrado que las
almas de las vírgenes sacrificadas en aquellos rituales fueron entregadas a los
dioses Nefilim y sus colaboradores -demonios y extraterrestres. Por otro lado,
los “hijos de la ley del Uno” servían a Lucifer, aunque pregonaban valores
espirituales.
Tras una guerra entre la Atlántida y Grecia con las
super armas de las que los antiguos dioses y los El disponían, la Atlántida se
hundió en 9600 a. de C.
Después de que la Atlántida se hundiera, en algunos
lugares prevaleció la Hermandad Negra y en otros lugares la Blanca. Los dioses
El habían abandonado la Tierra y no tenían derecho de intervenir y la Hermandad
Blanca / Masonería controlaba los templos y las escuelas filosóficas,
especialmente en la antigua Atenas. La civilización occidental moderna se basó
en ese modelo masónico de la Hermandad Blanca de la antigua Atenas.
Junto con la Atlántida se hundió también Mū (Lemuria),
ya que la guerra fue a nivel mundial, y ahora sólo quedan las islas del
Pacífico para recordarnos ese gran continente. Allí Lilith, Lucifer y los Nefilim
se habían prácticamente fusionado con la materia, ya que estaban presentes en
cada expresión de esa tierra y sus habitantes. Impusieron leyes tabú, torturas
y sacrificios humanos, canibalismo y tatuajes para honrarlos. Esos tatuajes (que
están experimentando un auge) son un pacto mayor que atan a las almas a esos
dioses nefilim.
La lucha entre el bien y el mal no ha terminado, ya
que los Nefilim siguen gobernando a los humanos desde sus bases subterráneas.
Éstos y sus colaboradores extraterrestres siguen entre nosotros en forma
etérica, poseyendo humanos o escondidos bajo una apariencia humana, siguiendo
sus planes de conquista. En el Armagedón astral que es está llevando a cabo
desde 2015, esperamos que todos vuelvan a ser luminosos.
Los Nefilim están divididos en tres grupos: La Hermandad
blanca, la Hermandad negra y la Hermandad de la verdad. La primera colabora con
Samael (el diablo), demonios, vampiros y extraterrestres, la segunda
con otros extraterrestres, vampiros y demonios y la tercera con Lilith y sus
demonios y vampiros, de este mundo u otros. Se pelean entre sí para lograr cada
una el poder exclusivo sobre la tierra. La Hermandad negra ha tenido el poder a
través de la historia conocida utilizando reyes y tiranos humanos. En el siglo
XVII la Hermandad blanca empezó a tomar el poder organizando revoluciones y
democracias falsas. Fundó los EEUU, los Illuminati, los bancos, las
organizaciones políticas, económicas y militares y estableció una nueva orden
mundial. La vieja orden era la de la Hermandad negra, con la nobleza y la religión.
Más recientemente, hizo unos intentos para recuperar el poder estableciendo
dictaduras y realizando dos guerras mundiales. Ahora las dos hermandades
colaboran para llevar a cabo el plan de Samael que está descrito en el 25to y
secreto protocolo de los Sabios de Sión, es decir traer al Anticristo y hacer
que los humanos acepten la Marca de la bestia, que equivale a la perdición
eterna de sus almas. Uno de esos anticristos,
probablemente su clon, será otro rey
Nefilim, Baal. Baal tiene la cabeza de un macho cabrío y el cuerpo de un
hombre. La meta es hacer que los humanos rechacen al Creador a pesar de que
saben que existe. Corrompen a los humanos ofreciéndoles fama y dinero a cambio
de sus servicios al sistema. Los gobiernos y políticos realizan contratos y
acuerdos sin darse cuenta de las trampas que contienen. La fraternidad de
Lilith manda agentes secretos y desarrolla su propio plan, que es el de
aumentar la población humana para que un día sus vampiros interdimensionales
lleguen y absorban toda la energía de los humanos. Sin embargo, aunque todos
estén haciendo sus propios planes, promueven sin quererlo el de Dios.
El mundo espiritual de la Luz está sumamente
jerarquizado y organizado. Cada uno tiene su misión y varios desafíos. Nuestro
guía sigue las órdenes del consejo de la luz y ése, a su turno, las de los
sabios mayores, que están bajo la guía divina. El consejo consiste en espíritus
que han subido por encima del nivel 10 mediante encarnaciones en la tierra u
otro planeta/dimensión. Para acceder a ser miembro hay que llevar a cabo una
tarea importante. En realidad existen 4 consejos: el más bajo, que tiene 2 500
miembros, el segundo con 5000 miembros, el tercero con 500000 miembros y el
supremo con 9.000.000 de miembros. El sistema funciona más o menos como nuestro
sistema de tribunales en la tierra, pero con la verdad divina y no la falsa de
aquí. Los guías son los intermediarios entre las personas guiadas y el consejo.
Hay muchos más puestos en el mundo espiritual, como el de maestro, guarda,
curandero, etc. Las almas de los que mueren van al sanatorio espiritual para
recuperarse, luego ven a los miembros de su grupo espiritual, estudian la vida
que acaba de terminar y finalmente planean su próxima vida. Los ángeles tienen
también sus grupos y tareas. La del ángel guardián es tal vez la más conocida
en la tierra.
Existe otro consejo que decide qué derechos van a
tener en cada caso los oscuros, tratando de ser justo.
Los miles de sesiones de hipnosis y canalizamientos realizados hasta ahora, pero también las investigaciones de históricos, físicos, antropólogos, arqueólogos y otros profesionales, así como un sinfín de testimonios personales de astronautas y ex-miembros de sociedades ocultas han mostrado que existe una batalla entre la Luz y la oscuridad.
Desafortunadamente, los que supuestamente apoyan a la Luz suelen caer en trampas y su trabajo también se vuelve oscuro, si bien de otra manera.
Las regresiones a la Atlántida muestran un contraste entre dos grupos: Aquellos que estaban únicamente interesados en satisfacer sus sentidos y tener bienes materiales, los así llamados “hijos de Belial”, y los “hijos de la ley del Uno”, que eran seres espirituales y trataban de salvar al mundo de la aniquilación a través de la meditación y la enseñanza. Sin embargo, sus técnicas fueron controladas por entidades oscuras, así que con la destrucción material de su continente llevaron a la Atlántida y a sí mismos a una dimensión oscura.
Belial es uno de los reyes de los Nefilim, los gigantes y seres medio-humanos medio-animales que se presentaron como dioses ante las civilizaciones antiguas. Belial tiene cuerpo humano y cabeza de lobo y pertenece a la raza de los Malchej, los hombres-lobo. Los Nefilim nacieron de la unión de 201 Elohim (un tipo de ángeles que pueden materializarse) caídos que se unieron con las mujeres de la tierra. Parte de ellos siguió a Cronos, eligiendo el poder y el egoísmo y se llamaron Nefilim y otra a Zeus, llamándose los dioses El (conocidos hoy en día como los olímpicos). Zeus, aunque era egoísta y anhelaba el poder, fue bastante benigno hacia los humanos al principio, pero después se volvió hostil. Sin embargo hubo otros El que ayudaron a los humanos. Los Nefilim fueron adorados por los humanos aprovechándose de su miedo e ignorancia y los usaron como esclavos y hasta alimentación. Impusieron sacrificios crueles para satisfacer sus instintos violentos y su anhelo de carne y sangre humanas. Los El lucharon contra los Nefilim y los derrotaron en una batalla gigantesca que tuvo lugar en 33.000 a. de C. Los mandaron al otro lado de la tierra donde viven todavía. Los El partieron para el planeta Sirio, pero algunos de ellos volvieron brevemente para capturar nuevamente a los Nefilim que habían vuelto alrededor del tercer milenio a. de C. y hacían de las suyas, especialmente en América y Asia. En 1200 a. de C. lograron regresar otra vez y tomaron a toda Asia bajo su dominio, colaborando con los reyes locales. No fue hasta 327 a. de C. que Alejandro el Magno luchó contra ellos y los mandó por última vez al otro lado de la tierra. Aquella expedición fue la verdadera misión de él y de su ejército.
La terapia de vidas pasadas ha demostrado que las almas de las vírgenes sacrificadas en aquellos rituales fueron entregadas a los dioses Nefilim y sus colaboradores -demonios y extraterrestres. Por otro lado, los “hijos de la ley del Uno” servían a Lucifer, aunque pregonaban valores espirituales.
Tras una guerra entre la Atlántida y Grecia con las super armas de las que los antiguos dioses y los El disponían, la Atlántida se hundió en 9600 a. de C.
Después de que la Atlántida se hundiera, en algunos lugares prevaleció la Hermandad Negra y en otros lugares la Blanca. Los dioses El habían abandonado la Tierra y no tenían derecho de intervenir y la Hermandad Blanca / Masonería controlaba los templos y las escuelas filosóficas, especialmente en la antigua Atenas. La civilización occidental moderna se basó en ese modelo masónico de la Hermandad Blanca de la antigua Atenas.
Junto con la Atlántida se hundió también Mū (Lemuria), ya que la guerra fue a nivel mundial, y ahora sólo quedan las islas del Pacífico para recordarnos ese gran continente. Allí Lilith, Lucifer y los Nefilim se habían prácticamente fusionado con la materia, ya que estaban presentes en cada expresión de esa tierra y sus habitantes. Impusieron leyes tabú, torturas y sacrificios humanos, canibalismo y tatuajes para honrarlos. Esos tatuajes (que están experimentando un auge) son un pacto mayor que atan a las almas a esos dioses nefilim.
La lucha entre el bien y el mal no ha terminado, ya que los Nefilim siguen gobernando a los humanos desde sus bases subterráneas. Éstos y sus colaboradores extraterrestres siguen entre nosotros en forma etérica, poseyendo humanos o escondidos bajo una apariencia humana, siguiendo sus planes de conquista. En el Armagedón astral que es está llevando a cabo desde 2015, esperamos que todos vuelvan a ser luminosos.
Los Nefilim están divididos en tres grupos: La Hermandad blanca, la Hermandad negra y la Hermandad de la verdad. La primera colabora con Samael (el diablo), demonios, vampiros y extraterrestres, la segunda con otros extraterrestres, vampiros y demonios y la tercera con Lilith y sus demonios y vampiros, de este mundo u otros. Se pelean entre sí para lograr cada una el poder exclusivo sobre la tierra. La Hermandad negra ha tenido el poder a través de la historia conocida utilizando reyes y tiranos humanos. En el siglo XVII la Hermandad blanca empezó a tomar el poder organizando revoluciones y democracias falsas. Fundó los EEUU, los Illuminati, los bancos, las organizaciones políticas, económicas y militares y estableció una nueva orden mundial. La vieja orden era la de la Hermandad negra, con la nobleza y la religión. Más recientemente, hizo unos intentos para recuperar el poder estableciendo dictaduras y realizando dos guerras mundiales. Ahora las dos hermandades colaboran para llevar a cabo el plan de Samael que está descrito en el 25to y secreto protocolo de los Sabios de Sión, es decir traer al Anticristo y hacer que los humanos acepten la Marca de la bestia, que equivale a la perdición eterna de sus almas. Uno de esos anticristos, probablemente su clon, será otro rey Nefilim, Baal. Baal tiene la cabeza de un macho cabrío y el cuerpo de un hombre. La meta es hacer que los humanos rechacen al Creador a pesar de que saben que existe. Corrompen a los humanos ofreciéndoles fama y dinero a cambio de sus servicios al sistema. Los gobiernos y políticos realizan contratos y acuerdos sin darse cuenta de las trampas que contienen. La fraternidad de Lilith manda agentes secretos y desarrolla su propio plan, que es el de aumentar la población humana para que un día sus vampiros interdimensionales lleguen y absorban toda la energía de los humanos. Sin embargo, aunque todos estén haciendo sus propios planes, promueven sin quererlo el de Dios.
El mundo espiritual de la Luz está sumamente jerarquizado y organizado. Cada uno tiene su misión y varios desafíos. Nuestro guía sigue las órdenes del consejo de la luz y ése, a su turno, las de los sabios mayores, que están bajo la guía divina. El consejo consiste en espíritus que han subido por encima del nivel 10 mediante encarnaciones en la tierra u otro planeta/dimensión. Para acceder a ser miembro hay que llevar a cabo una tarea importante. En realidad existen 4 consejos: el más bajo, que tiene 2 500 miembros, el segundo con 5000 miembros, el tercero con 500000 miembros y el supremo con 9.000.000 de miembros. El sistema funciona más o menos como nuestro sistema de tribunales en la tierra, pero con la verdad divina y no la falsa de aquí. Los guías son los intermediarios entre las personas guiadas y el consejo. Hay muchos más puestos en el mundo espiritual, como el de maestro, guarda, curandero, etc. Las almas de los que mueren van al sanatorio espiritual para recuperarse, luego ven a los miembros de su grupo espiritual, estudian la vida que acaba de terminar y finalmente planean su próxima vida. Los ángeles tienen también sus grupos y tareas. La del ángel guardián es tal vez la más conocida en la tierra.
Existe otro consejo que decide qué derechos van a tener en cada caso los oscuros, tratando de ser justo.