El cristianismo considera el aborto como un pecado. De hecho, se trata de un acuerdo con un demonio. Nuestros cuerpos biológicos fueron creados por la oscuridad y ella impuso sus reglas. Lo luminoso es aceptar el sacrificio y tener el hijo, ya que se ha elegido tener relaciones sexuales, aunque el momento no parezca propicio o existan otros inconvenientes. Las almas de los fetos abortados suelen perderse o hacer un acuerdo con un demonio y hay que ayudarlas a ir a la Luz.
Esperanza, 26, tuvo dos abortos. En la hipnosis vio que las almas de los gemelos del segundo aborto todavía estaban alrededor de ella. Les pidió perdón y les explicó por qué no pudo tenerlos, ya que la relación con su novio tenía muchos problemas y ella tenía entidades oscuras que la hacían inestable. Si hubieran nacido habrían tenido una mala infancia. Los gemelos tenían mucha influencia de fuerzas oscuras y aunque comprendieron a su madre, no creían que había algo bueno para ellos en ningún lugar, no creían en la existencia de Dios. Llamé a los ángeles sanadores que limpiaron a los gemelos. La energía de su alma brilló y fue capaz de acercarse el ángel responsable de las almas de los fetos. Su plan había sido ser hijos de Esperanza, pero los demonios cambiaron esos planes, y ya no querían ser sus hijos, pues no podían creer que ella sería algún día estable. De todas formas, se fueron contentos con el ángel.
Gueli, 44, tuvo seis abortos. El alma de un feto se quedó con ella. En la hipnosis vimos que estaba muy enfadado con ella por haberlo abortado. Gueli le explicó llorando por qué no lo pudo tener. Él se negaba a aceptar su perdón e irse. Gueli le dijo entonces, sin dejar de llorar, que podía quedarse todo el tiempo que quisiera. Le expliqué que quedándose se estaba causando daño a sí mismo, ya que permanecía estancado en su desarrollo y también le transmitía energía negativa a su madre. Al final parecíó comprender y se fue tranquilo con su ángel de la guarda.
Helena, de 37 años, tuvo dos abortos y sentía mucha culpabilidad. Después de un sueño en el que vio a su segundo hijo casi adulto diciéndole que quería volver con ella, vino a vernos para saber si las almas de los fetos habían ido al cielo. Nuestro guía le dijo en el canalizamiento que no. El segundo estaba todavía con ella, mientras que el otro se había extraviado. Por otra parte, los remordimientos que ella venía sintiendo los últimos 20 años crearon una forma mental negativa que lo rodeaba. El guía rompió primero esa forma mental para liberar al feto que estaba atrapado en ella y a Helena que se había debilitado debido a esa forma mental. El alma del niño vino a su lado mientras ella le explicó que estaba todavía en el colegio cuando se quedó embarazada con él y que sus padres no le permitieron tenerlo. Habría crecido bajo unas circunstancias muy duras, ya que tampoco su padre lo quería. Una vez sereno, el feto se fue a la Luz. El primer niño se perdió en el bajo terreno astral y a nuestro guía le llevó un mes encontrarlo y unir los fragmentos de su alma, que se habían esparcido por el tiempo y el espacio, a causa del dolor que sintieron él y su madre a raíz del embarazo y aborto. Durante la sesión, le leyó conmovida una carta. El alma del niño la perdonó y se fue también a la Luz. Luego los guías juntaron los fragmentos de alma de Helena, que se separaron y perdieron, debido a su dolor y sentimiento de culpabilidad. Además, ninguno de los dos hijos tenía como plan prenatal nacer como hijo de Helena. Eso era una prueba para su novio. Él hubiese tenido que decir que los quería. No lo hizo y no aprobó la prueba. Pero tampoco Helena vino a recuperar su alma, como desafortunadamente muchos más.
María, de 35 años, tuvo un aborto debido a que el padre de su novio no quería que su hijo se casara con ella. Se preguntó durante muchos años qué había sido del alma del niño y tuvo muchos remordimientos. Después del aborto tuvo mala suerte y pensó que se debía al niño. Pero en la hipnosis vio que estaba en la Luz y que iba a morir de todas formas. Su mala suerte se debía a su acuerdo.
Lunda, de 33 años, tuvo cuatro abortos y había muchos problemas en toda la familia. En la hipnosis vio que los pesares comenzaron con su bisabuelo, que tenía un demonio, y había cometido asesinatos. Su alma se convirtió en demonio después de su muerte y se apegó a su hijo y a su nieto, el padre de Lunda, que fue injustamente encarcelado y más tarde se suicidó. Después se pegó en el aura de Lunda, causándole tendencias de suicidio, fatiga crónica y depresión. Por otra parte, su abuela había pedido los servicios de una bruja para que la ayudara a quedar embarazada, y esa brujería aumentó la energía negativa. Lunda tuvo tres hijos con su marido. Su hermano, cuando murió, se convirtió también en demonio y se pegó al aura del marido de Lunda, que la obligó a hacer varios abortos. Ella se afligió mucho, porque quería tener hijos, pero dependía de su marido. Había trabajado desde los 14 años fregando platos y el dinero que ganaba no habría sido suficiente para criar niños sola. Su hermana, en una sesión anterior, ya había enviado a la Luz al alma de su padre y de su bisabuelo y Lunda ayudó al alma de su cuñado a encontrar la paz. Pero encontramos un demonio más con ella. Él había ido primero a su marido y luego a ella, agravando los problemas. Estaba muy asustado y no hablaba. Le aseguré de que nadie lo iba a castigar y lo convencí mirar en su interior. Así se le despejó la energía negativa y pudo ver quién era. ¡Era el segundo feto de Lunda! Lunda tenía tantos deseos de tenerlo que él se quedó y, bajo la influencia negativa del otro demonio, se hizo también oscuro. Ahora se sentía mejor, pero se negó a irse. Lunda le pidió perdón, le dijo que quería llamarlo Serguei y juntos le explicamos por qué tenía que irse. Él tampoco creía en Dios o en algo mejor que la situación en la que se encontraba, y yo llamé a su ángel de la guarda. Acudió Olga, el primer feto de Lunda. Había ido a la Luz y vino a recoger a su hermano. Le dijo a Lunda que los tres tenían una misión importante, siempre y cuando nacieran como sus hijos. Ya que eso no fue posible, nacerían como sus nietos, para llevar a cabo su misión. Y se fueron ambos contentos.
Rita, 59, tuvo un aborto en su juventud porque estaba deprimida y sin pareja fija y consideró que no era capaz de criar a un niño. Cuando se hizo la limpieza kármica con nosotros el guía le dijo que aquella alma estaba perdida. Ella nunca se había imaginado que eso fuera posible. Cuando encontramos al feto, quería hablar con Rita antes de irse a la Luz. Eso Rita no lo aguantaba, pues despertaría sentimientos negativos de aquella época. Así que le escribió unas líneas que yo le leí durante una de mis sesiones personales. Esa alma era especial y habría ayudado mucho a Rita de haber nacido. Era un regalo para ella, pero por desgracia ella no lo vio.
Aimeraude, 32, vivía en el Congo. Cuando era adolescente tenía un novio y tuvo relaciones sexuales con él. Quedó embarazada, pero Su novio era rojo y la dejó. Ella sabía que su padre la echaría de casa si tuviera un hijo fuera de matrimonio. Así que arregló abortarlo. Cuando la ayudé a romper el acuerdo con la renunciación de la oscuridad, mi guía me dijo que ese niño era un regalo. Si Aimeraude hubiera optado por quedarse con el niño, esa paralela habría tenido la oportunidad de irse a Europa y escapar del destino inevitable de seguir los pasos de su familia. Al no hacer el sacrificio, Aimeraude tuvo una paralela bruja y pagó el precio con brujería, entre otros males.
He tenido varios casos de vidas paralelas rojas ginecólogas que en realidad eran brujas y robaban las almas de los fetos que abortaban para mantenerse jóvenes para siempre. Esas brujas eran vidas paralelas de clientas, que sufrían accidentes y enfermedades constantes a causa del robo de almas. Esas brujas nacieron en el siglo XVII o XVIII y aparentaban unos 35 o 40 años. Ésta era la edad del pacto con un extraterrestre o un nefilim. Fueron cambiando de identidad y lugar de residencia para no ser descubiertas. Así pues, vemos que el tema del aborto es más complejo, ya que el alma del feto puede ser sacrificada.
Hablando de fetos sacrificados, hay una larga lista de productos comestibles que el final del Armagedón contenían sangre de fetos abortados y sacrificados, ya que con su sangre se han hecho rituales satanistas. Hasta ahora era un acuerdo grave consumir esos productos, ya que era como si se participara en asesinatos y sacrificios humanos, si se sabía. Pero desde que finalizó el Armagedón han sido limpiados y ahora se pueden consumir. La lista está aquí:
https://guerraespiritual.freeforums.net/thread/336/productos-oscuros
A través de estos casos vemos que nuestra sociedad permite y acepta la tortura y asesinato de seres vivos, que sienten el dolor, con la excusa de que las mujeres tienen derecho sobre su cuerpo. Aunque eso es verdad, los fetos no les pertenecen, son otros seres dentro de su cuerpo. También vemos en algunos de estos casos que si esas mujeres hubieran tenido a su hijo, su vida habría sido más fácil. El dar a Luz no deja de ser un sacrificio enorme y da derechos kármicos. Por consiguiente, habría que superar el miedo de ser puesta en la calle o tener que criar a un hijo sola o sin dinero, porque Dios siempre da oportunidades si se hace lo correcto.
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