googlefc.controlledMessagingFunction Guerra espiritual: Hipnoterapia y desarrollo personal

martes, 29 de noviembre de 2022

Hipnoterapia y desarrollo personal

                                                





La hipnoterapia es hipnosis usada para fines terapéuticos. Aunque la palabra “hipnosis” tiene su origen en el griego “hypnos” que significa sueño, cuando estamos bajo hipnosis no estamos dormidos, todo lo contrario, estamos en un estado de aguda lucidez y concentración. En la hipnosis se forman ondas cerebrales alfa, que tienen una frecuencia más baja que las ondas beta, presentes cuando estamos totalmente despiertos. Las ondas alfa tienen un alcance de 7 a 14 ciclos por segundo y nos sintonizan con nuestras habilidades intuitivas. Algunas personas pueden alcanzar frecuencias aún más bajas, las llamadas zeta (entre los 4 y los 7 ciclos). Esas personas llegan a un estado de hipnosis muy profunda en la que pierden la conciencia de su entorno. Sin embargo, no es necesario llegar a ese nivel para poder dar con la información que buscamos.

La hipnosis fue utilizada en la Grecia clásica para conocerse a sí mismo y curarse. De ahí la frase “conócete a ti mismo” del oráculo de Delfos. En los años más recientes, el pionero fue Antón Mesmer. En el siglo XVIII introdujo de nuevo esta antigua técnica e hizo innumerables curaciones psicológicas y psicosomáticas. Este fenómeno fue llamado mesmerismo o magnetismo. No pudo explicar muy bien cómo funcionaba la hipnosis y la atribuyó a algún tipo de “magnetismo animal” que poseen los humanos. Los científicos de la época no lo tomaban en serio -aunque varios siguieron en sus huellas- y la hipnosis se quedó en la sombra hasta el siglo XX cuando surgieron los hipnotistas modernos.

Con la hipnoterapia podemos conseguir lo siguiente:

-Superar un problema físico, si su origen es psicosomático.

-Descubrir cosas que ignoramos, siempre y cuando nuestros guías nos lo permitan.

-Explorar vidas pasadas, empezando por la que más nos afecta.

-Comunicarnos con nuestros guías espirituales y descubrir las razones kármicas de nuestras experiencias.

-Explorar las relaciones con nuestros seres queridos y la fuente de nuestros problemas con ellos.

-Averiguar quién está en nuestro grupo de almas, es decir con quién nos reencarnamos una y otra vez.

-Saber quién es nuestra alma gemela y en qué nivel espiritual estamos.

-Hablar con un querido fallecido, dentro de lo posible (si su muerte no ha sido demasiado reciente, si no está en el sanatorio espiritual, si no han pasado demasiados años, etc).

-Ayudar a un querido fallecido que se ha quedado en el bajo plano astral a ir a la Luz.

-Desarrollarnos con los ejercicios, regresiones y sugerencias adecuadas, superando sentimientos negativos y adicciones.

-Superar fobias y bloqueos.

-Saber si tenemos algún tipo de energía o entidad negativa que nos bloquea o afecta y en tal caso sacarla.

-Romper brujería y maldiciones.

-Recuperar los fragmentos de nuestro cuerpo astral que hemos perdido en algún choque emocional (recuperación del alma).

-Hacer la mayor parte de lo mencionado para otra persona que no puede o no quiere hacerlo ella misma. Sin embargo, en este caso los resultados serán sólo parciales.

 

Mucha gente le tiene miedo a la hipnosis. Esto se debe a la escasez de imágenes de este proceso y a que éstas sean en su mayoría negativas. Tal vez hayamos visto algún hipnotista que actúa haciendo ladrar a la gente y otras cosas tontas que le manda hacer. O a lo mejor hemos visto alguna película o programa televisivo de los años setenta, durante la guerra fría, en los que la hipnosis se utilizaba para hacer de la gente marionetas obedientes bajo las órdenes de los espías. Sin embargo, la hipnosis es sumamente beneficiosa si se usa para desarrollarse y curarse. Y lo más importante es que no existe absolutamente ningún peligro, a no ser que alguien sea cardíaco. Para el caso de que alguien lo sea sin saberlo no guío nunca al cliente al momento de su muerte. Si ven su muerte u otro acontecimiento traumático en un instante imprevisto les doy la instrucción de verlo como observadores, sin temor o dolor. Otro posible peligro existe si el hipnotista no tiene los conocimientos adecuados. Por eso hay que consultar a un hipnoterapeuta licenciado.

 

Las sesiones duran unas dos horas, después de una charla de una hora aproximadamente. Después de dos horas uno se cansa y más vale parar. En casos difíciles y si el cliente tiene energía ese límite se sobrepasa. Es bueno escribir las cosas que se quieren preguntar. No se debe venir deprimido, angustiado o enfermo, ya que será difícil concentrarse. No hay ninguna razón de tener miedo, puesto que los estados de conciencia alterada son un fenómeno cotidiano. Cuando leemos un libro en el que estamos sumergidos, cuando vemos una película y olvidamos dónde estamos, cuando nos acostamos y nos relajamos, cuando pensamos en un momento feliz de nuestro pasado, nos encontramos en un ligero estado hipnótico. Lo único que se debe hacer es relajarse, liberarse de pensamientos irrelevantes y seguir mis instrucciones. No se trata de esforzarse para entrar en este estado, sino de dejarse llevar. El mayor error es preocuparse constantemente por si se logra o no. Esta preocupación impedirá el proceso. Los que hayan practicado la meditación o la visualización suelen entrar fácilmente en hipnosis. Otros factores que puedan dificultar el proceso son una falta total de imaginación y una sobredosis de lógica. Otros encuentran que tienen el tercer ojo cerrado y por eso no pueden percibir nada. En estos casos es mejor hacer la sesión con mi colaborador.

 

Utilizo una grabación especial que induce olas alfa y theta en mis clientes. Las sesiones se graban en un CD de datos o se envían electrónicamente por enlace.

 

No hay por qué creer en los fenómenos metafísicos para curarse. O sea que incluso si no se cree en la reencarnación, si se tiene una fobia o se sufre de remordimientos falsos que tienen su origen en una vida pasada, si se ve el acontecimiento y se recupera el fragmento perdido, se supera el trauma. Lo mismo vale para la liberación de entidades. La llave suele ser el perdón a los que nos han perjudicado, o a nosotros mismos. En cuanto logramos perdonar, nos liberamos. Esto es muy importante en casos de entidades apegadas de vidas pasadas, brujería o maldiciones. La entidad se irá, creamos en su existencia o no.

 

Una sesión suele ser suficiente para hacer el trabajo fundamental para superar una fobia, un sentimiento negativo o un bloqueo. La ruptura de acuerdos ofrece una ayuda importante. Si después de un período sigue habiendo residuos del mismo problema, o si la primera sesión se dedica a una liberación y hay más trabajo que hacer, se programa una segunda sesión. Si se trata de un caso complicado con muchas entidades, ataques de extraterrestres, implantes alienígenas y problemas emocionales muy serios, más vale hacerse una limpieza kármica. No es necesario tener sesiones regulares durante meses o años, como en el caso de los psicólogos. La psicología tal vez ayude a la gente a que ponga sus pensamientos en orden y comprenda mejor sus reacciones, pero no puede desarraigar la raíz del problema. En la hipnoterapia y la liberación espiritual la sanación y el conocimiento de sí mismo son rápidos, siempre dependiendo del caso. La sanación viene con la recuperación del alma. Además, el conocimiento de las leyes espirituales ayuda a tener claro qué conducta o sentimiento nos sirven y cuál no. El hipnoterapeuta ayuda al cliente a ser clarividente y percibir lo que necesita para sanarse. El hipnoterapeuta sirve de guía y maestro. Esto no quiere decir que el trabajo del terapeuta sea fácil. Tiene que estar atento a cualquier reacción del cliente o de la entidad con la que habla y encontrar constantemente preguntas o argumentos inteligentes y pertinentes.

 

Los hipnoterapeutas clínicos tienen un sistema diferente basado en sugerencias. Sugieren al cliente que crea en sus sugerencias y las siga, p.ej. que sienta serenidad, que se libre del tabaco, de la alergia, etc. No obstante, en algunos casos, como cuando existen metas incompatibles o beneficios en mantener la vieja situación, hay autosabotaje y este sistema no funciona como debería. Además, no existe sugerencia que pueda alejar una entidad descarnada o que pare su influencia nefasta. Tampoco pueden las sugerencias borrar los traumas de vidas pasadas. E incluso si el problema parece desaparecer, es una ilusión, ya que pronto aparecerá otro o el mismo de otra forma. La hipnoterapia clínica cura los hábitos y los síntomas, no la enfermedad. Tras gran mayoría de casos se esconden razones metafísicas, y la gente en general no tiene la menor sospecha. Suelen consultarme por algo menor, mientras que el verdadero problema es otro. Están acostumbrados a tener problemas y obstáculos o a sentirse de cierta manera y creen que eso es normal. En fin, prefiero mostrar a la gente cómo atender a su propio bienestar espiritual que usar un método mecánico en el que estén pasivos. Sí que doy sugerencias al final de la sesión, pero si no se va a la fuente del problema, las sugerencias tendrán un efecto limitado. Por otro lado hay que tener cuidado con los hipnotistas, pues existen los que tienen por motivación primordial el dinero y piden más de lo que sus servicios valen. Entre ellos hay incluso los que carecen de ética y usan sus conocimientos para sugerir a los clientes que los sigan consultando. He oído hasta de casos en que los clientes se convirtieron en robots neuróticos. Si se tienen dudas sobre un terapeuta, hay que pedir una grabación de la sesión o ir con un amigo. Lo difícil es discernir quién hace un trabajo oscuro y quién un trabajo luminoso. Hay unas cosas imprescindibles para que el trabajo sea luminoso:

A.Pedir protección a Dios/al ángel de la guarda del cliente antes de la sesión o durante las inducciones

B.Pedir un guía espiritual de la Luz divina

C. Preguntar al guía espiritual que viene si viene de la Luz divina y esperar una respuesta directa.

 

Un buen vidente puede hacer varias cosas de las que se hacen en una sesión de hipnoterapia (información sobre vidas pasadas, conocimiento de sí mismo, contacto con espíritus de fallecidos, liberación espiritual), pero tal vez no sintamos la misma seguridad de que la información sea verdadera. Aparte de eso, no hacen recuperación del alma y por consiguiente no superamos los traumas pasados. Pero también con los videntes hay que tener mucho cuidado. La mayoría os dirán que pueden romper brujería o una maldición, pero pocos lo consiguen. Y lo que es peor, os piden una fortuna.  Pero también hay que saber que casi todos sienten que las impresiones que han tenido bajo hipnosis fueron su imaginación. En muy pocos casos la información obtenida es tan exacta y reciente que se pueda controlar en los registros históricos. Es normal dudar, pero lo que vemos no son cosas aleatorias. Lo vemos por algo y en los casos en los que no es exactamente así, es lo que necesitamos para superar un bloqueo. Cuando hay entidades malignas es otra historia, ya que ésas nos pueden engañar. Pero por útil que sea la hipnoterapia, para desarrollarse espiritualmente y conseguir serenidad hay que trabajar sobre sí mismo. Las cosas no pueden cambiar de la noche a la mañana sin esfuerzo personal. Si no deseáis hacerlo vosotros mismos, yo puedo conseguir la información sobre vuestras vidas pasadas de mi guía espiritual.

 

¿Pueden ser hipnotizados todos? La respuesta es casi. La mayoría llega a un ligero estado hipnótico, pero existen excepciones. Algunos fueron programados en una vida pasada a no hipnotizarse para impedir que revelaran secretos meticulosamente guardados. También pueden haber sido programados o haber recibido un lavado de cerebro en esta vida. En el sector militar y en los servicios de inteligencia esto es algo corriente. La desprogramación es difícil, pero posible. Un temor muy profundo que originó en una vida pasada también puede bloquear a algunas personas. Pero esas personas no buscarían la hipnoterapia, ya que el miedo sería una barrera.

 

Una vez hipnotizado, ¿pueden ver todos una vida pasada o percibir a su guía espiritual? La respuesta es no, ya que además de los bloqueos ya mencionados la presencia de una entidad descarnada muchas veces impide la vista astral. Estas entidades pueden ser formas mentales, parásitos astrales, extraterrestres, almas de humanos o animales fallecidos, fragmentos de almas de personas vivas, cuerdas umbilicales, demonios y elementales, entre otros. Yo diría que más de la mitad de la gente tiene algún tipo de entidad apegada. En el caso de entidades malignas, a veces le dejan a uno percibir cosas, pero le muestran información falsa para no ser descubiertas. En casos de presencia de almas atadas a la tierra, el cliente ve la vida o las vidas de ésas, no la suya. Otros ven niebla o les dan dolores por el cuerpo, o una sensación de frío o calor, o sienten ahogarse. Si pueden recibir información, sigo adelante con la liberación y después de la sesión mi guía averigua si la información fue correcta. Si no consiguen bastante información interrumpimos la sesión y programamos otra con mi colaborador o una limpieza kármica. Puedo haceros un chequeo kármico gratuito desde el principio para saber si necesitáis una limpieza kármica. Después de la desposesión se pueden hacer todas las regresiones que uno quiera.

 

¿Se puede hipnotizar a alguien contra su voluntad para hacer cosas que normalmente no haría? Hasta cierto punto, sí. Un especialista puede, en efecto, hasta a distancia, hacer que alguien haga cosas que de lo contrario no haría, siempre y cuando éstas no estén en conflicto con sus valores morales o religiosos o no constituyan una amenaza para su salud. El margen que queda es bastante amplio y se aprovecha con frecuencia.  Los hipnotistas que dicen que esto no es posible mienten o desconocen las técnicas. Existen muchos métodos para hacerle a la gente un lavado de cerebro, entre otras la transmisión de frecuencias especiales mediante aparatos eléctricos o electrónicos. Si se combina el hipnotismo con la magia negra se puede convertir a alguien en un robot. Es muy difícil invertir esta influencia, lleva tiempo y la víctima no lo desea, ya que no se da cuenta de ella. La hipnosis es una herramienta muy potente que se puede usar para bien y para mal. El que use las herramientas espirituales como el hipnotismo o la magia para intervenir en el libre albedrío de los demás se carga con karma negativo que tendrá que ser equilibrado en el futuro, en esta vida o en una próxima. La libre voluntad de cada uno debe ser respetada, ya que es de nuestros errores cómo aprendemos. También hay que tener cuidado cuando participa en grupos espirituales, cursillos o canalizamientos, ya que varios clientes míos cogieron allí una entidad, perdieron trozos de su alma o su dinero. Todo no es lo que parece.

 

Hay gente que me pregunta si hago sugerencias hipnóticas a distancia para cambiar la opinión o el comportamiento de otra persona. Está claro que no lo hago, pero hay muchos hipnotistas y parapsicólogos que lo hacen. El dinero que piden es exorbitante y los resultados dudosos. Y esto acarrea un mal karma. Lo correcto es pedirle consejo al guía espiritual. En cuanto a los que preguntan cosas sobre otra persona hay que decir que no siempre conseguimos respuestas. Tampoco se nos da una respuesta a cosas propias, si se trata de algo peligroso o que va en contra de nuestra misión. Para finalizar, la hipnosis no es el suero de la verdad. Los que quieran que su pareja sea hipnotizada para saber si les es infiel deben saber que puede fingir. Lo mejor es que estas personas se hagan la hipnosis y tal vez su guía les conteste. O tal vez no, pero si tienen tan poca confianza les servirá averiguar de dónde proviene.

 

Otro servicio que no ofrecemos es localizar personas u objetos perdidos, ya que eso no está en las responsabilidades de nuestro guía. Pero vosotros estáis libres de buscar todo lo queráis en vuestra sesión de hipnosis.

 

 

 

 

 


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